martes, 8 de marzo de 2011

Capítulo 8. La generación perdida.

Hace mucho tiempo que aprendí a no quejarme por situaciones en las que me había metido por decisión propia. Y no lo voy a hacer ahora.
Yo decidí malvivir de este fabuloso circo que es el mundo de la música cuando podía haber sido médico.

Nadie me apuntó con una pistola para ir de un sitio a otro y para vivir en “modo low cost”.

Yo tomé el rumbo de mi vida y de ese modo quiero seguir viviendo.

Es todo el movimiento que ello conlleva lo que hace que me quiera levantar cada día de la cama. Porque si hay algo que realmente odio y con lo que no puedo lidiar es sentir que estoy en “modo pausa” y pierdo el tiempo.



Miami, Claudia, Barcelona, Benicassim, Eli, Madrid, Christina, Shavon, Zaragoza, Valencia, Emilia, Ourense, Maria, Martina, Greg Dulli, Sturbucks, Amy, Gomez, Sushi, David, Charlie, Octavio, Silvia, Steve Wynn, Chapo, Michel, Raquel, Gibson, sexo en la playa, salvar a gente que se ahoga, ver como unos se emborrachan y otros no, curar mi cuerpo y mi mente, mandar a cagar a amigos que no lo son, ilusionarme, decepcionarme, mi sobrino, Songs From The Top Of A Mountain, subir, bajar, no llorar más…
Increíble todas las cosas que he hecho en un año, la cantidad de gente que he conocido y situaciones que he vivido.



Y aun así me parece poco. No voy a quejarme. Simplemente quiero más.

Somos la generación perdida. Y con esto no me refiero a que no se nos pueda sacar nada de provecho, al contrario.

Pienso que mi generación es una generación inquieta, con ganas de hacer cosas, cambiar el mundo, crear música, hacer arte…

Cuando digo que somos la generación perdida me refiero a que no se aprovecha nuestra inquietud y nuestro talento para cambiar las cosas a mejor.

 Este país cae en picado ¿nadie se da cuenta?.

Y si sois conscientes ¿por qué no hacéis nada?.

¿Soy yo que nunca tiene suficiente?.

Los que ya se han dado cuenta hace tiempo que andan vagando por el mundo y yo no voy a ser menos.



La emigración es la solución.

Adoro España, el jamón serrano es fabuloso y el vino di-vino.

La apatía y conformismo deberían ser parte de nuestra bandera.


Nos ha tocado vivir la era de las vacas flacas y mientras nos acostamos con nuestras novias, nuestros compañeros de piso nos oyen en el salón porque nuestro sueldo no da para tener nuestra propia casa.



Os recuerdo que no me quejo, solo me limito a exponer una serie de datos.

Y esta incertidumbre social y económica se ve reflejada en el mundo de la música.

No se venden discos, pero la gente si que demanda música… y gratis por favor!!!.

Las producciones musicales son de baja calidad porque no hay presupuesto para más y con esto se consigue que el listón se baje y que la gente se coma cualquier cosa.

Nosotros los músicos tenemos que decir que no a hacer giras porque no nos pagan mientras desde U.K nos traen a la nueva sensación musical que resulta ser más de lo mismo. Los mismos que la prensa musical ensalza y al año siguiente hunde.

Recuerdo un show que hice, no voy a decir ni donde ni con quien.

Solo diré que era una gran promotora, en una gran sala, teloneando a un músico muy famoso, entradas a 30 euros y sold out.

¿Os interesa saber la cantidad que me pagaron?. Pues no lo voy a decir, pero más o menos lo que cuesta salir a cenar con los amigos y emborracharte con unos cuantos cubatas.

Es una pena, no hay dinero. ¿Perdón?.

Y mientras tanto tengo que seguir escuchando esa maravillosa frase que resume tan bien la esencia de estas tierras.

“Es lo que hay”. Grandiosa!!. Simplemente orgásmica!!!. Un aplauso por favor!!!!!!

La mentalidad española es la del lamento y el poco movimiento.

Lo siento mucho.

Yo con esto no puedo.

En vez de divagar hay que investigar.

Y sin haberlo deseado hemos hecho un pareado.

Me vuelvo a USA nada más pueda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario